El guau guau
Aunque mi pequeño de doce meses lleva ya muchos meses jugando con los libros, diría que incluso desde antes de poder sentarse, este libro de cartón que cogimos en la biblioteca es el primero que “le cuento”, por llamarlo de algún modo, el primer libro a través del cual mi bebé y yo hemos entablado una comunicación.
Es un intercambio expresivo de lo más sencillo, pero para mí es muy valioso y especial porque es el primero de los muchos que a partir de ahora se entablarán cuando los dos juntos nos sentemos con un libro entre las manos. Y es que leer, ya sea solo o en compañía, es ante todo un acto de comunicación.
Mi bebé está en una etapa en la que le fascinan los animales. Se quiere parar a contemplarlos por la calle, los señala con el dedo para que yo le diga cómo se llaman o qué ruido hacen y últimamente ya ha empezado a imitar las palabras.
Con este libro hace lo mismo que cuando ve un perro por la calle. Supongo que las ilustraciones realistas ayudan a ello y es la razón por la cual se publican muchos libros para bebés en los que las fotografías sustituyen a las ilustraciones.
Señala con el dedo cada uno de los perros que aparecen y me mira fijamente para que le diga: “Mira, el perro, el guau guau”.
Otras veces soy yo la que le digo: “¿Dónde está el guau guau?” Y él me lo señala con el dedito sonriendo y diciendo algo así como: “tiiii”.
Otras veces él solo es el que va pasando las páginas, señalando y diciendo con una vocecilla muy graciosa: “guaaauuu”
En fin, que es fascinante acompañar a un bebé en el descubrimiento del mundo, el lenguaje y los libros.