Un libro, juegos y construcciones de Lego para aprender a contar hasta 100
Hay un gran paso entre dominar los números hasta el 10 y comprender la sucesión de números hasta el 100. Llega un momento en el que los niños se saben los números del 1 al 10 a la perfección, cuentan hasta 10 sin titubear, son incluso capaces de realizar pequeñas sumas o restas y sin embargo les cuesta dar el paso a la agrupación de decenas hasta formar el 100. Tenemos las regletas de Cuisenaire que sin duda ayudan a desarrollar intuiciones matemáticas, pero nos faltaba algo aún más concreto, algo espléndido que entrara por los ojos para iluminar la mente.
Y eso andaba yo pensando cuando me tropecé con este libro de uno de nuestros autores favoritos: El gran libro de los números, contemos del 1 al 100, de Richard Scarry, editorial Kókinos. Perfecto para lo que necesitaba; hay muchos libros que tratan del 1 al 10 pero no tantos que lleguen hasta el 100 y muchos menos aún de forma tan atractiva. Como ya dije en esta entrada, nos encantan las ilustraciones clásicas y detalladas de Scarry, sus divertidos animales personificados, su sentido del humor. El complemento figurativo perfecto para las regletas.
El libro es la historia del conejito Pepito que un buen día se aburría porque no tenía nadie con quien jugar y su madre le propuso contar todas las cosas que viera durante la jornada. Primero se encuentra con amigos que se añaden a su juego:
A continuación presencian un incidente con el fuego en casa de la familia Gato:
Nótese lo divertido de todos los dibujos y situaciones que nos presenta Scarry, perfectos para provocar las risas de los niños entre tres y seis años:
Me encanta los dibujos que crea para agrupar los conjuntos formando las decenas:
Y finalmente, cuando lleguemos a la última página del libro, ya seremos capaces de contar hasta 100 y de formar esta cantidad con las regletas:
De Richard Scarry también tenemos un libro-puzzle para aprender a contar hasta 10: Aprende a contar con Richard Scarry, editorial SM. Es un libro de cartón bastante resistente que incluye 6 puzzles de veinte piezas; además cada uno de ellos viene protegido por un plástico para que las piezas no se caigan continuamente.
Y como las imágenes de Richard Scarry encandilan y por lo tanto suelen quedarse bien grabadas en nuestra memoria, cuando después de leer sacamos los Lego Duplo para jugar, se nos ocurre reproducir ese fantástico mundo. Mientras jugamos aprendemos, cualquier ocasión es buena para seguir practicando. Por ejemplo, queremos reunir a diez amigos, ¿cómo los contamos? Si hacemos dos torres de cinco personajes cada una es mucho más fácil.
¿Y por qué no construir un jardín para ellos? Tenemos muchas flores de Lego Duplo (nunca entenderé porque los de Lego meten siempre tantas flores en las cajas de Duplo, da igual de qué temática sean…), las agrupamos por colores y las plantamos en maceteros como los de Richard Scarry. No llegamos a 70 como él, pero vamos a contarlas… sólo nos falta una flor roja para llegar a las 30, ¡qué fácil es contar las decenas con estas agrupaciones!
¿Montamos un tren de pasajeros ahora? ¿Cuántos van a viajar? ¿Por qué no 30 como en los autobuses de Richard Scarry? Si vamos montando cinco pasajeros por vagón necesitamos seis vagones para llegar a 30.
Y no nos hemos podido a resistir a construir unos transporta coches similares a los que utiliza Scarry para ilustrar el número 40, porque es una de las imágenes que más nos han gustado del libro. Cada camión lleva 10 coches, 5 arriba y 5 abajo… ¡marchando 40 coches listos para vender!
¡Jamás pensé que las matemáticas pudieran llegar a ser tan manipulativas, visuales y coloridas!