Sobre la motivación intrínseca y el no obligar a leer
Siempre he sospechado que si de verdad queremos que los niños se enganchen a la lectura y la hagan suya, no sirve de nada obligarles a leer, más bien al contrario. Lo mismo pasa en todas las áreas del aprendizaje. Se puede sugerir, invitar, acompañar… pero nunca obligar ni forzar, al menos si de lo que estamos hablando es de un verdadero gusto lector que acompañe a la persona de por vida.
Habrá quién nos diga que los niños necesitan a veces un pequeño empujoncito para que terminen de engancharse a la lectura porque al principio les cuesta descifrar las letras y necesitan vencer esa dificultad, pero no, mejor ni siquiera recurrir a ese pequeño empujoncito. Cada vez tengo más claro esto. Y cuidado, no estoy hablando de que el niño aprenda la técnica de leer (que esto si lo aprenden casi todos a base de mucha repetición, aburrimiento y obligación) sino de que el niño desarrolle un verdadero gusto personal por la lectura (no creo que haya ningún niño en el mundo que lo haya desarrollado a base de obligación).
Como esto casi nunca se ha tenido en cuenta en los centros educativos, me encantó encontrar esta idea desarrollada de manera más científica en los estudios de Teresa Amabile sobre la creatividad y la motivación intrínseca. Teresa Amabile es profesora de administración de empresas y directora de investigación de la Escuela de Negocios de Harvard y he podido conocer sus ideas a través de la obra El aprendizaje de la creatividad de José Antonio Marina, que las resume de este modo:
“[Teresa Amabile] llegó a la conclusión que en general para estimular la creatividad funciona mejor la motivación intrínseca: es la energía que nos ayuda a que se produzca una actividad creativa, y lo hacemos porque queremos, porque es interesante, satisfactorio o constituye un desafío. Es una energía euforizante, que huye de recompensas externas, porque el premio está en el simple hecho de hacerlo. Todos los niños cuando son pequeños la tienen, el simple hecho de lograr mantenerse de pie para ellos es un triunfo y no paran hasta conseguirlo. De lo que se trata es de seguir manteniendo este tipo de motivación.”
“La motivación intrínseca, es decir, el atractivo o el placer que produce la propia actividad creadora, es la gran fuente de creatividad. El factor más importante de la creatividad, más que el talento, la personalidad o las habilidades es la motivación. Una persona será más creativa si su principal motivación es su propio interés por esa actividad, si disfruta con lo que hace, si le satisface y si siente que está haciendo algo por sí misma y no para otro (por motivos externos). Muchos estudios demuestran que, al dividir un grupo con motivaciones externas e internas, eran más creativos y productivos los que habían experimentado motivaciones intrínsecas.”
Aunque ella trata específicamente de la relación entre creatividad y motivación intrínseca, creo que su idea se puede aplicar a todos los ámbitos de la vida: el gusto por la lectura sólo puede venir de la motivación intrínseca, es decir, del propio atractivo o placer que encontramos en la actividad de leer y de ninguna otra motivación externa.
No he encontrado sus obras traducidas al español, pero si queremos leerla en su idioma, creo que este libro puede ser muy interesante para padres y educadores: Creciendo de forma creativa, en el que afirma que todos los niños pueden ser creativos y seguir siéndolo de adultos y expone técnicas específicas para conseguirlo. También El principio del progreso nos puede ser de mucha ayuda a los adultos en nuestro trabajo diario:
Muchas de sus ideas son desarrolladas también por José Antonio Marina en algunos de sus libros de la Universidad de Padres como El aprendizaje de la creatividad o Los secretos de la motivación (los dos están también en formato kindle):
Resumiendo, el gusto por la lectura sólo puede venir de la motivación interior que siente el niño o la persona dentro de sí, nunca de obligaciones ni de empujoncitos. Nunca, nunca deberíamos obligar a leer. Antes de obligar, siempre es mejor buscar y rebuscar un libro que de verdad les interese a nuestros hijos, que ellos vayan a buscar a la estantería una y otra vez. Llévemosles a una librería o a la biblioteca y que sean ellos los que escojan. Y siempre hay libros más fáciles, que están hechos para que les entren por los ojos o basados en los juegos de modo, como estos de Invizimals (que son del tipo Elige tu aventura y tienen elementos de realidad aumentada) y Angry Birds:
EL NIÑO A
PRENDE LO QUE LE INTEREZA Y HAY QUE SA ERLO INDUCR EN LA LECTURA