Dos libros de divulgación científica imprescindibles para niños y jóvenes
De la gran cantidad de libros infantiles informativos acerca de la ciencia que se publican hoy en día para todos los tramos de edad, hay dos que merece la pena destacar porque vienen firmados por dos grandes autores de la divulgación para adultos, Bill Bryson y Richard Dawkins. Son de este modo unos libros adaptados, a la vez que muy serios y completos para que los jóvenes puedan dar el salto de los libros informativos infantiles a los grandes libros divulgativos para adultos.
Y me parecen también libros imprescindibles en las aulas por su gran capacidad para despertar el interés de los jóvenes hacia la ciencia y por su poder informativo y explicativo. Muchas veces los libros de texto son los únicos que se manejan en la clase de ciencias y no llegan ni de lejos a la capacidad motivadora, informativa y explicativa de estos dos de los que os hablo hoy.
Bill Bryson lo cuenta con mucha más gracia que yo al comienzo de Una muy breve historia de casi todo, de editorial Molino (se puede comprar aquí):
Parecía haber una conspiración mistificadora universal, entre los autores de libros de texto, para asegurar que el material con el que trabajaban nunca se acercase demasiado al reino de lo medianamente interesante y estuviese siempre a una conferencia de larga distancia, como mínimo, de lo francamente interesante. Ahora sé que hay, por suerte, numerosos escritores de temas científicos que manejan una prosa lúcida y emocionante (Timothy Ferris, Richard Fortey y Tim Flannery son tres que surgen de una sola estación del alfabeto, y eso sin mencionar siquiera al difunto aunque divino Richard Feynman), pero lamentablemente ninguno de ellos escribió un libro de texto que haya estudiado yo. Los míos estaban escritos por hombres -siempre eran hombres- que sostenían la curiosa teoría de que todo quedaba claro cuando se expresaba como una fórmula, y la divertida e ilusa creencia de que los niños estadounidenses agradecerían poder disponer de capítulos que acabasen con una sección de preguntas sobre las que pudiesen cavilar en su tiempo libre. Así que me hice mayor convencido de que la ciencia era extraordinariamente aburrida, pero sospechaba que no tenía por qué serlo.
Bill Bryson, el autor de este primer libro, no es propiamente dicho un divulgador científico sino un antiguo periodista que escribe libros sobre todo tipo de temas hacia los que se siente atraída su incansable curiosidad.
Un buen día volando por encima del Pacífico se dio cuenta de que desconocía prácticamente todo del único planeta en el que iba a vivir y comenzó a leer, investigar y preguntar para hacer una síntesis de nuestro conocimiento del universo desde lo más grande a lo más pequeño y contárnosla en Una breve historia de casi todo, RBA ediciones (se puede comprar aquí), con ese estilo tan ameno que le caracteriza y que te hace interesarte y hasta obsesionarte por temas que siempre te habían parecido un rollo.
Luego, mucho después (debe de hacer unos cuatro o cinco años), en un largo vuelo a través del Pacífico, cuando miraba distraído por la ventanilla el mar iluminado por la Luna, me di cuenta, con una cierta contundencia incómoda, de que no sabía absolutamente nada sobre el único planeta donde iba a vivir. No tenía ni idea, por ejemplo, de por qué los mares son salados, pero los grandes lagos no. No tenía ni la más remota idea. No sabía si los mares estaban haciéndose más salados con el tiempo o menos. Ni si los niveles de salinidad del mar eran algo por lo que debería interesarme o no.
Así que decidí que dedicaría una parte de mi vida (tres años, al final) a leer libros y revistas y a buscar especialistas piadosos y pacientes, dispuestos a contestar a un montón de preguntas extraordinariamente tontas. La idea era ver si es o no posible entender y apreciar el prodigio y los logros de la ciencia (maravillarse, disfrutar incluso con ellos) a un nivel que no sea demasiado técnico o exigente, pero tampoco completamente superficial.
Una muy breve historia de casi todo es la versión infantil /juvenil de este aclamado libro de Bill Bryson. Se ha conservado el orden y la estructura del original. El contenido abarca todas todas las todas las ramas de la ciencia, desde lo más grande a lo más pequeño, y dedica especial atención a contar cómo los grandes científicos han llegado a ese conocimiento.
Como puede observarse en las fotos, para que sea más asequible se ha dividido (además de resumido bastante) el contenido del original en numerosos apartados y subapartados, y se ha complementado con numerosas ilustraciones y fotografías:
El segundo libro del que quiero hablar está escrito por Richard Dawkins, biólogo y autor de famosos libros de divulgación para adultos. Se trata de La magia de la realidad, publicado en España por Espasa, se puede comprar aquí:
Dawkins es un autor empeñado en contagiar el pensamiento racional y científico al mayor número de personas posibles. Viniendo de un país como Estados Unidos donde un gran número de personas todavía niegan teorías científicas como la de Darwin, no es de extrañar que Dawkins siempre esté dispuesto a atacar activamente todas las formas de pensamiento que nos alejan de la ciencia: la superstición, la magia, la religión… las numerosas formas de irracionalidad humana en definitiva.,
Este libro suyo dirigido a jóvenes lectores no es una excepción. Se estructura en 12 capítulos encabezados por preguntas clave que los seres humanos de todos los tiempos se han hecho. Dawkins primero explica las respuestas que las personas de diferentes épocas y lugares han dado a esas preguntas para, a continuación, exponernos las respuestas a las que ha llegado la ciencia en su búsqueda de lo real a través del método científico. De esta manera se va completando a lo largo del libro un buen resumen de la historia de la ciencia, perfectamente comprensible por jóvenes lectores:
Por si todo esto fuera poco, el libro tiene un gran valor añadido: las magníficas ilustraciones de Dave McKean (polifacético artista bastante conocido por sus trabajos junto a Neil Gaiman). Para ilustrar la exposiciones de Dawkins, McKean recurre tanto a la fotografía:
Como al dibujo:
Y a la mezcla de ambos:
¿Y a partir de qué edad se pueden recomendar estos libros? A pesar de que están resumidos y pensados para jóvenes lectores son libros densos y que requieren cierto grado de atención, por lo que la edad orientativa es a partir de doce años. Pero se les podría ir leyendo, adaptando y comentando desde bastante antes; en algún momento según la evolución lectora de cada niño serán capaces de cogerlo, ojearlo y leer lo que les interese por su cuenta.