Verano, vacaciones y todo el tiempo del mundo para leer
Está claro que una de las mejores motivaciones a la lectura es estar de vacaciones, y mucho mejor aún si son las largas vacaciones de verano. Tanto para los niños como para los adultos.
Despertarte y tener por delante todo el tiempo del mundo para hacer lo que quieras con él.
Ser dueño de tu tiempo, enfrentarte a él, navegar por él sin que nadie te lo programe.
Perder el tiempo husmeando en la biblioteca o en la librería para descubrir esos grandes tesoros que te gustaría leer.
Leer un libro mientras te calientas al sol después de un buen baño en la piscina o en la playa.
Leer libros para más pequeños con tus hermanos o husmear en los libros de mayores que lee mamá.
Descubrir en casa libros que tenías olvidados y volverlos a disfrutar.
A veces rellenamos demasiado el tiempo de los niños con actividades, salidas, campamentos, etc. cuando en realidad lo que necesitan es tener todo el tiempo del mundo para encontrarse con ellos mismos y hacer lo que les gusta.
Es bastante difícil que un niño desarrolle el gusto por la lectura cuando tiene cada minuto de su día planificado y ocupado.
Dejar a los niños disfrutar de tiempo libre es una estupenda motivación a la lectura. Es quizás el mejor consejo que pueda dar a quien lea este blog.
El verano es quizás el momento del año en el que más se da una cuenta de eso.
Hemos leído mucho, mucho este verano.
No hay que olvidarlo el resto del año, cuando el tiempo libre es aún un bien más preciado.