Reseña: Empantallados
Cuando vi que Santiago Moll Vaquer había publicado un libro con el título Empantallados y el subtítulo Cómo convivir con hijos digitales, me interesó de inmediato por dos motivos: primero, porque sigo su blog de educación Justifica su respuesta y segundo, porque me interesa mucho todo lo relacionado con la utilización de las nuevas tecnologías por parte de niños, adolescentes y, por qué no, por parte de los adultos también, cómo ya pudisteis leer en la entrada La lectura en la época de Internet. Y es que la relación entre nuevas tecnologías y lectura no puede ser obviada por la animación a la lectura de hoy en día, por lo cual intento leer todo lo que caiga en mis manos al respecto.
Por ello del libro de Santiago Moll me he fijado sobre todo en aquellos temas que pueden estar relacionados con los nuevos hábitos y por lo tanto, con los nuevos modos de leer. Me refiero sobre todo a los capítulos que desarrolla en el primer bloque del libro, llamado Lo que creemos saber.
Por ejemplo, me ha parecido muy interesante el capítulo titulado Ladrones de tiempo, donde expone interesantes leyes o principios para hacernos reflexionar sobre cuándo las nuevas tecnologías dejan de ser útiles para nosotros, nuestros hijos o alumnos y pasan a convertirse en “ladronas de tiempo”, junto con consejos y estrategias para evitar que ocurra esto. Me ha llamado sobre todo la atención la Ley de Pareto, según la cual,
El 20% del tiempo dedicado a las tareas y al estudio debería ser suficiente para conseguir llevar a cabo el 80% de las tareas. (página 47)
En el capítulo Feng Shui, te necesito explica cómo podemos organizar nuestro espacio para que las nuevas tecnologías en nuestro hogar sean útiles en vez de entorpecernos una y otra vez. Me parece muy buena reflexión, al igual que para que nuestros hijos sean buenos lectores debemos de reservar espacios donde la lectura se pueda llevar a cabo, donde tengan los libros a mano, etc.
El capítulo Infoxicados me parece de los más útiles. El término infoxicación, acuñado por Alfons Cornella,
sirve para definir el exceso de información a la que estamos siendo sometidos en distintos soportes digitales a los que accedemos en cualquier momento, en cualquier lugar, con cualquier dispositivo y por cualquier motivo. Dicho término quiere incidir también en el hecho de que el tipo de información a la que accedemos, a la que acceden vuestros hijos y mis alumnos, cada vez es menos profundo y exhaustivo. Nunca hasta ahora habíamos dispuesto de tanta información pero, paradójicamente, cada vez gestionamos peor la información que está a nuestro alcance, lo que además, está repercutiendo de forma negativa en nuestros hábitos. (página 91)
Como padres y sobre todo, como profesores o bibliotecarios, debemos aprender y enseñar a los niños y jóvenes a reflexionar continuamente sobre estas tres preguntas destinadas a combatir la infoxicación: ¿sobre qué quiero estar informado?, ¿dónde busco la información? y ¿qué hago con la información que encuentro por casualidad? Estas tres preguntas me parecen clave para la educación en el manejo de la información en la era digital, tarea que en un centro escolar incumbe a todos los profesores y a los profesores de lengua y encargados de la biblioteca escolar más si cabe.
También es de bastante utilidad el repaso que da a los nuevos e imparables estilos de enseñanza y aprendizaje basados en las nuevas tecnologías y que todo docente debería conocer (E-learning, B-learning, M-learning, U-learning, etc.).
El segundo bloque del libro, Lo que debemos saber, ya no guarda tanta relación con la temática de este blog pero es también de lectura obligada para padres y educadores porque aborda cuestiones tan serias como la seguridad de los dispositivos electrónicos, el ciberacoso, el consumo de pornografía en Internet, la adicción a los videojuegos o los problemas que puede acarrear el uso incorrecto de las redes sociales.
El capítulo final es un buen tratado pedagógico para establecer normas realistas acerca del uso de las nuevas tecnologías que sean cumplidas en la clase y en la familia. Reflexiona sobre cómo orientar y poner límites a los niños y adolescentes basándose en la disciplina positiva.
El libro es bastante recomendable en general aunque está más dirigido a padres que no tengan mucha idea sobre el tema, por lo que puede aburrir a educadores que ya estén bastante metidos en los temas de utilización de nuevas tecnologías. También he de decir que me hubiera gustado que el texto se apoyara en citas directas de libros, estudios u opiniones de otros expertos, pues no aparece ninguna, aunque eso se compensa con una buena bibliografía por capítulos que seguro que me lleva a más lecturas interesantes.
Podéis consultar la ficha del libro en Boolino. ¡Hasta el próximo mes!